N´SALUD.
Por. Darisho Martinez.
La excesiva exposición de los niños al sol, ha demostrado tener muchos efectos dañinos, como el envejecimiento temprano en la piel y el cáncer.
Esto se produce porque parte de la energía solar que llega a la tierra está compuesta de la luz ultravioleta (UV), la cual es invisible. Cuando los rayos penetran la piel, dañan las células, causando lesiones visibles e invisibles.Las quemaduras que son de tipo visibles, aparecen unas pocas horas después de exponerse al sol. En muchas personas, es muy común el bronceado. En las pieles más claras aparecen, muchas veces, las pecas, estas son un signo del perjuicio solar, y por lo tanto muestran la necesidad de utilizar protectores solaresLos rayos ultravioleta, además causan deterioros invisibles a las células de la piel. Algunos de estos son reparables, pero otros se suman con el pasar de los años, y después de 20 a 30 años, el daño que se ha creado aparece como arrugas, manchas de edad, y hasta cáncer en la piel.Para evitar mayores consecuencias, es necesario alejarse del sol de medio día y sus intensos rayos, organizar los horarios de juegos y actividades en el exterior de las 10 hasta las 16hs. Cabe señalar, que la exposición al sol es más intensa si se está más intensa si se está más cerca de las montañas y en el verano, los efectos dañinos aumentan con la reflexión del agua, la arena y la nieve.Además, se debe evitar períodos de exposición directa al sol. Sentarse o jugar en la sombra, sobre todo cuando la sombra es más corta del propio tamaño de la persona. Ser consciente del tiempo que se está al sol y sobre todo evitar las quemaduras solares.Se puede bloquear el daño solar, aplicándose una loción protectora con un espectro que lo proteja de los rayos ultravioleta, ya sea en gel o en crema con un SPF de 15 o mayor y reaplicarlo cada dos horas aún en los días nublados. En caso de que se este nadando, o participando de un ejercicio físico intenso, los protectores deben aplicarse más a menudo.Los protectores que son de color blanco opaco y visible, previenen todo tipo de luz. Son útiles para zonas de riesgo como la nariz, los labios y los hombros. Los niños de menores a seis meses de edad, directamente deben mantenerse fuera del sol y ser cubiertos con ropa. La aplicación del protector solar inicia se puede realizar en los niños mayores a los seis meses.Se puede cubrir a los chicos con gorra y usar colores claros cuando se está en el exterior, no jugar ni trabajar al sol sin camisa. Utilizar camiseta y gorra después de nadar.
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