- Aunque suelen disponer de abundantes cuentas bancarias, sus derroches les han costado muy caros a algunos famosos.
- Algunos han llegado a acumular deudas millonarias.
- El último en declarar su complicada situación fue el actor Nicolas Cage, que ha tenido que vender sus carísimos cómics y castillo
Ganan altísimas cantidades de dinero con sus carreras, y posteriores promociones y campañas publicitarias; sin embargo, esto no les garantiza librarse de deudas o incluso, de la ruina.
Aunque pueda resultar difícil de creer, esto es lo que les ha ocurrido a algunos famosos. Aquí tenéis unos cuantos y sonados casos:
El popular actor ha sido la última estrella que ha hecho pública su delicada situación financiera, al quedarse prácticamente en la ruina tras una pésima gestión de su fortuna.
Cage se ha visto obligado a vender sus valorados cómics y carísimos castillos para hacer frente a sus deudas. Le echa la culpa a su antiguo asesor financiero, Samuel Levin, al que llevará ante un tribunal en 2010. Le acusa de enriquecerse (con varios millones de dólares en honorarios), a costa de llevarle a él directo a la ruina económica.
Por su parte, el asesor se ha defendido y ha asegurado que el actor gestionaba muy mal sus ganancias, y que había sido él mismo quien se había buscado esta situación. Incluso, declara que trató de avisar a Cage de que estaba viviendo por encima de sus capacidades.
Y es que el actor derrochaba el dinero en un sinfín de caprichos. Entre sus adquisiciones se cuentan dos castillos, 15 palacios, una colección de yates y una flota de Rolls-Royce.
Llegó a ganar la fortuna de 300 millones de dólares (unos 202 millones de euros) durante su carrera como boxeador, pero no fue suficiente para el nivel de vida que pretendía llevar Tyson.
Entre sus excentricidades destaca la de tener tigres a modo de mascotas. Durante su polémico divorcio, llegó a desembolsar 9 millones de dólares (6 millones de euros) en el proceso legal.
Se declaró en bancarrota en 2003, debiendo 27 millones de dólares (unos 18 millones de euros).
La bella actriz precisamente no ha destacado por una buena gestión de sus finanzas. Sus problemas económicos comenzaron cuando, según informaron los medios, Basinger compró la ciudad de Braselton, Georgia, por la suma de 20 millones de dólares (unos 13 millones de euros).
Dinero que, puede decirse, tiró a la basura, ya que más tarde tuvo que venderla por 1 millón de dólares (unos 700.000 euros).
La actriz se declaró en bancarrota en 1993, cuando fue condenada por un juez a pagar 8,1 millones de dólares (unos 5 millones de euros) a Main Line Pictures, por no cumplir con lo acordado en el contrato para la película Boxing Helena, que Basinger se comprometió a protagonizar.
Los problemas financieros del Rey del Pop fueron de sobra conocidos, ocupando muchas páginas de los medios de comunicación. En 2007, Jackson debía 27 millones de dólares (18 millones de euros) por su rancho de Neverland.
Sus extravagantes gustos y derroches tampoco son algo desconocido. Por ejemplo, gastó 6 millones de dólares (unos 4 millones de euros) en el documental 'Living with Michael Jackson'.
Reynolds también vivió una pesadilla en lo que a finanzas se refiere. El mítico actor acumuló una deuda de 10 millones de dólares (unos 7 millones de euros), y se declaró en bancarrota en 1996, tras su divorcio.
Ahora, sus problemas económicos han quedado atrás, y es un empresario multimillonario. Sin embargo, en 1990, el norteamericano debía 900 millones de dólares (606 millones de euros).
El actor de Corrupción en Miami (Miami Vice) tuvo que declararse en bancarrota en 2004 para evitar que subastaran su rancho de Colorado, valorado en 20 millones de dólares (más de 13 millones de euros). Años después pudo solventar la deuda y recuperar su propiedad.
El actor que se hizo famoso en España por su papel en la serie Webster, citó sus problemas médicos (nació con una enfermedad congénita del riñón, causante de su pequeña estatura, 1,40 metros) y una mala gestión financiera, cuando en 1999 se hizo público que se encontraba en bancarrota.
El actor y cantante de rock estadounidense había acumulado una deuda de 1,6 millones de dólares (1 millón de euros aproximadamente), cuando en 1983 se declaró en bancarrota. Afortunadamente para él, su disco de 1977, Bat Out of Hell, todavía vende unas 200.000 copias al año, así que pudo recuperarse tiempo después.
A la actriz húngaro-estadounidense, una pelea en televisión le supuso la bancarrota. Tras enfrentarse con la también actriz Elke Sommer, una denuncia por difamación la llevó a deber mucho dinero.
El actor estadounidense se declaró en bancarrota en 1996, tras salir a la luz que debía 1,76 millones de dólares (1,2 millones de euros) al Internal Revenue Service (IRS), la agencia norteamericana encargada del cobro de impuestos.
En 1996, el mítico cantante de los años 80, debía 13,7 millones de dólares (más de 9 millones de euros) y se vio obligado a declararse en bancarrota.
El popular cantante country de los años 70 se metió en una deuda de 16,7 millones de dólares (más de 11 millones de euros) con el IRS. Consiguió evitar la cárcel y desde entonces ha hecho incesantes giras, con las que continúa, para solventar el pago.
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