El concepto Blockbuster fue inventado por los norteamericanos para referirse a las películas más taquilleras de la cartelera, bombazos fabricados para arrasar entre el gran público y convertirse en fenómenos de audiencia. Así que, de partida, daría la impresión de que el concepto Blockbuster debería estar reñido con el de cine “para mayores de…” (en Estados Unidos R-rated), ya que dicha demarcación anula un segmento importante de público potencial. Sin embargo, a lo largo de los años, algunas películas “para mayores” han conseguido alcanzar el éxito popular.
La reglamentación norteamericana se refiere a los filmes encasillados en la categoría R-rated como películas con “violencia gráfica fuerte, sexualidad, desnudos y mal lenguaje”. Un panorama que seguramente ningún padre querría que sus hijos escucharan. Sin embargo, han sido esos mismos padres los que han catapultado a las películas “para mayores” a la fama. Repasamos aquí, siguiendo la pista de una lista forjada por la web Cinematical, nuestras películas favoritas “para mayores de…”. ¿Qué os parece la lista? ¿Falta algún título que os parece fundamental? ¿Cuál es vuestro favorito?
Instinto básico (1992). Este thriller de Paul Verhoeven lo tiene todo: sexo, violencia y temas muy “para adultos”. En su momento escandalizó al personal por el mítico cruce de piernas de Sharon Stone, sin embargo, con el tiempo se ha visto que había mucho más que eso y que la película contenía una interesante exploración de los deseos más primarios del ser humano.
Aun así, durante mucho tiempo, sólo se habló de las intensas escenas de sexo, de los desnudos, de los insultos, las puñaladas y los baños de sangre. Un gran ejemplo de “cine para mayores” que terminó convertido en referente de la cultura popular.
Se7en (1995). He aquí otro festival de putrefacción humana. Una película que te deja absolutamente destrozado, no sólo sicológicamente, sino también físicamente. Asesinato tras asesinato, somos testigos del horror en mayúsculas. La tortura, la crueldad, los límites del cuerpo humano son mostrados en toda su crudeza en este thriller que marcó a fuego el devenir del género a mediados de la década de los 90. Inolvidable.
Algo pasa con Mary (1998). No podía ser todo horror y desesperación, por eso incluimos esta gran comedia, también de los 90, con la que los hermanos Farrelly barrieron con todos los tabú habidos y por haber. Sexo, líquidos orgánicos, vejez, marginación, disminución física y mental… un festival de la trasgresión capitaneado por unos magníficos Ben Stiller y Cameron Diaz. La comedia no volvió a ser lo mismo.
La passion de Cristo (2004). No podía faltar en esta lista una referencia, obligada, al gran rey de la chasquería de la presente década: nuestro querido/odiado Mel Gibson. El tipo es un integrista religioso y en un momento dado, se planteó llevar hasta las últimas consecuencias ese principio endiablado que dice que “la letra con sangre entra”. En este caso más que letras eran imágenes y, claro, Mel decidió llenarlas de sangre y más sangre, salida del cuerpo de Cristo. Un delirio para los creyentes y los amantes del gore.
El exorcista (1973). Y como no todo son los 90, nos desplazamos hasta los 70 para recorder un filme mítico que quitó el sueño a toda una generación (aunque hoy en día, la película a veces parece más una parodia que algo serio). Al viejo tema de la posesión, se le añadieron varias capas de improperios, piruetas salvajes y convulsiones malignas. Terror para mayores con algo de nostalgia.
Fuente: Terra.es